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Buffel Grass: una alternativa forrajera para recuperar áreas degradadas.
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  • Buffel Grass: una alternativa forrajera para recuperar áreas degradadas.

  • Puede convertirse en una herramienta clave para determinadas producciones.

    Buenos Aires, Argentina | | Con el objetivo de mejorar la producción, un equipo de investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Quines evaluó el en San Luis. Los resultados aportaron datos sobre producción, receptividad y manejo. El Buffel Grass ( ) es una gramínea perenne de origen africano, Se caracteriza por su , lo que lo convierte en una “El Buffel Grass puede convertirse en una herramienta clave para los productores de la región, siempre y cuando se implante y maneje de manera responsable”, señaló Héctor Andrada, investigador de la Agencia de Extensión Rural del INTA Quines, San Luis. De acuerdo con esto se determinaron densidades de siembra a recomendar (7 – 8 kg), importancia de las precipitaciones en el éxito de la siembra, manejos sustentables tales como dejar arraigar un periodo de crecimiento, evaluación de acuerdo con el número de plantas por metro y definir su aprovechamiento forrajero y/o dejar semillar para su correcta implantación y su posterior aprovechamiento. Esta metodología permitió contrastar el rendimiento bajo manejo con la producción acumulada del ciclo, con el objetivo de mostrar las diferencias en la eficiencia del aprovechamiento. En relación con la receptividad, el trabajo aplicó un modelo de parcelamiento que ajusta la carga animal de acuerdo con la disponibilidad forrajera. “Este sistema permite optimizar el uso del recurso, evitando el sobrepastoreo y asegurando el equilibrio entre oferta y demanda”, explicó Andrada. La implantación del Buffel Grass se recomienda al inicio de la temporada de lluvias, con desmonte selectivo, rolo y cajón sembrador. La semilla debe quedar cubierta con una capa fina de suelo, sin excesos de profundidad que limiten la emergencia. Además, se enfatizó que la pastura debe implantarse únicamente en áreas degradadas, sin desplazar pastizales naturales en buen estado, indicó. Según la evaluación, una implantación exitosa se alcanza con entre 8 y 10 plantas por metro cuadrado, verificadas al año siguiente de la siembra. En esas condiciones, la pastura puede llegar a producir hasta 3.000 kilos de materia seca por hectárea, siempre que se maneje con descansos adecuados, carga moderada y pastoreo rotativo. “El Buffel Grass , indicó Andrada y agregó: “Integrado con el pastizal natural, este recurso contribuye tanto a la recuperación de áreas degradadas como al fortalecimiento de la resiliencia productiva en sistemas ganaderos del semiárido puntano”. Fuente y foto: INTA.

  • Dic 22, 2025

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